Los jóvenes en la
actualidad, ¿tienen la oportunidad de formarse profesionalmente para el trabajo
que requiere el Siglo XXI?
Por Marina Isabel Pagani**
Según algunos
autores dedicados al análisis del tema
educación y trabajo, los procesos fundamentales que ocurren durante la
juventud es la transición desde el sistema
educativo al mundo laboral, que impacta directamente en los procesos de
emancipación y desarrollo de la autonomía de las personas.
A dos décadas del Siglo XXI y luego de dos años de Pandemia por Covid-19, nos encontramos ante un escenario complejo, incierto y dramático respecto del presente y del futuro en un marco mundial marcado por constantes cambios económicos, sociales, sanitarios, ambientales y políticos que afectan profundamente las trayectorias educativas y laborales de los y las jóvenes.
Los
países de América Latina están sufriendo una contracción económica sin
precedentes afectando tanto los procesos de aprendizaje como de inclusión
laboral de los y las jóvenes. Por un lado, la discontinuidad de estudios o la imposibilidad de acceder al mismo
tipo de continuidad por vía virtual por falta
de internet o de dispositivos
tecnológicos actualizados, sumado a la crisis económica que ya afecta los ingresos
de los hogares, aumenta el riesgo de
abandono escolar, particularmente en los niveles de enseñanza secundaria y
superior.
Esta dificultad es aún mayor para la oferta
de educación y formación técnica profesional por las características
propias de esta modalidad, centrada en el desarrollo de competencias prácticas
para el sector productivo. El sector
productivo industrial ha sufrido un
descenso brutal en toda Latinoamérica y
por otro lado, la crisis ha tenido un impacto significativo en los
mercados laborales que implicó la destrucción de empleos, el aumento de la
desocupación y la precarización de las condiciones laborales que socavan la
generación de empleo decente para los jóvenes.
Todo ello
aumenta en forma alarmante y de manera decisiva la desigualdad en la región,
afectando a algunos más que a otros: como los jóvenes, mujeres, personas
mayores, trabajadores informales, personas con discapacidad y en general a
todas las franjas más vulnerables de la población.
A corto plazo se deberá trabajar y convocar a
los especialistas a redoblar esfuerzos y planificar en función de políticas sostenibles a largo plazo a
partir de la construcción de sociedades
resilientes e inclusivas desde
los marcos teóricos científicos pedagógicos implementados en las escuelas de
todos los niveles educativos. La
inclusión social y laboral viene de la mano de un doble desafío para las
políticas públicas: proyectos de
superación de la pobreza y reducción de la desigualdad a partir del trabajo.
El objetivo 4
de desarrollo sostenible en educación habla de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de
calidad y promover oportunidades de aprendizaje
durante toda la vida para todos. Por otra parte la Asamblea General adopta la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, un plan de acción a
favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la
intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia, metas éstas
que luego del inicio de la pandemia, quedaron en estudio.
La Agenda 2030
analiza la igualdad social y dinamismo económico que no deben estar reñidos
entre sí. Se debería crecer para igualar
e igualar para crecer. Crecimiento sería igual a cambio
estructural progresivo, diversificación
productiva con base en sectores más intensivos en conocimiento, priorizando la
generación de empleos de calidad.
El desarrollo social
inclusivo debe estar orientado a reducir las desigualdades sociales, superar la
pobreza y consolidar los derechos económicos, sociales y culturales de toda la
población .
Igualar potenciando capacidades humanas
promoviendo un mejor Estado y más
eficiente creando fuentes laborales y
revirtiendo para redistribuir, regular y fiscalizar y para construir consensos
sociales.
La inclusión
social remite a garantizar un nivel básico de servicios (agua, energía,
saneamiento) y educación (primaria y secundaria). La inclusión laboral remite a ampliar la participación en el trabajo remunerado en condiciones humanas (empleo productivo y de calidad, con derechos y
protección social), donde los ingresos laborales y de las pensiones
contributivas superen la línea de pobreza.
Para concretar
estos objetivos los Estados deberían disponen de un conjunto de políticas
públicas para abordar este doble desafío, que debe ser encarado a la luz de las
brechas entrecruzadas identificadas en la matriz de desigualdad social, de los
déficits de trabajo digno y los desafíos del cambio tecnológico que estamos
viviendo. ¿Están preparados los Estados
para concretar estos objetivos? ¿Hay voluntad política para lograr la inclusión
social y laboral? ¿Hay Planes, Programas y proyectos políticos dispuestos a
promover trabajo genuino?
Antes de la
pandemia la juventud enfrentaba grandes dificultades de inserción laboral con
más desafíos para las mujeres por el trabajo doméstico y de cuidado no
remunerado que limita su entrada al mercado de trabajo. ¿Las mujeres jóvenes no estudian porque no lo quieren hacer o porque
no pueden económicamente llegar a las instituciones educativas? ¿Los jóvenes
que trabajan no estudian por deseo personal o porque no lo pueden hacer? Respuestas éstas para pensar y actuar
rápidamente. Se necesita en forma urgente fortalecer los sistemas de protección
social, promover políticas de empleos con la generación de trabajo genuino. Se
debe promover rápidamente las capacitaciones en actividades relacionadas a
escuelas técnicas y con participación
activa de los jóvenes asegurando la verdadera salida laboral.
Las habilidades digitales se deben enseñar
rápidamente para lograr inserción laboral para todos los jóvenes enfrentando
los desafíos de la inclusión e integración.
La UNESCO en la Agenda 2030; Banco
Mundial (2016) expresa que la región requiere (…) “una reforma de la Educación
Técnica que desarrolle competencias técnicas modernas de alta demanda en el mercado
de trabajo local, al mismo tiempo
que se fortalece la formación académica (de manera que los egresados puedan
optar por seguir estudiando si así lo desean) y mejora la formación en competencias cognitivas no tradicionales y socioemocionales. Es imprescindible
conectar y articular la Educación
Técnica con las exigencias del mercado
laboral; esto requiere que el sistema educativo trabaje más de cerca con
los empleadores, para identificar las necesidades del mercado laboral local, y
luego adaptar y elaborar currículos de formación técnica” (Comisión para la
Educación de Calidad para Todos 2016:137).La formación socio-laboral se debe
planificar en función del trabajo a desempeñar en la economía nacional, regional y local. Sin embargo, persisten dos lógicas diferentes: la educativa y la
laboral, cuestión ésta que no logra acordar entre lo que se necesita y el
recurso que se forma laboralmente basada en competencias. Dos lógicas (escolar y laboral) en donde se deben poner puentes para
unir y no para separar. Dos lógicas imprescindibles que aborden una propuesta
superadora del mundo global del Siglo XXI.
*Doctoranda en Ciencias de la Salud
*Diplomada en Neurociencias
*Especialista en Educación Superior y Nuevas Tecnologías
*Especialista en Políticas y programas Socio-Educativos
*Prof. en Geografía y Ciencias Biológicas
*Otros.
Bibliografía
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/
Sepúlveda, Leandro. La Educación Técnico-Profesional en
América Latina: retos y oportunidades para la igualdad de género .Universidad
Alberto Hurtado Educación Técnico-Profesional e inclusión laboral para una
mayor igualdad en América Latina y el Caribe Seminario CEPAL-Gobierno de
Noruega. 2019
Seminario “Educación técnico-profesional e inclusión
laboral para una mayor igualdad en América Latina y el Caribe” Transformaciones
en el mercado laboral y autonomía económica de las mujeres.
Simone Cecchini, División de Desarrollo Social, CEPAL
Educación técnico-profesional e inclusión laboral para una mayor igualdad en
América Latina y el Caribe CEPAL, Santiago de Chile, 2019.
file:///D:/Documentos/Downloads/mesa_2_l_sepulveda.pdf
file:///D:/Documentos/Downloads/mesa_3_c_jacinto.pdf