Palabras claves: educación, pensamiento complejo, inteligencia
artificial, pensamiento computacional
Los
avances tecnológicos ya no suceden gradualmente, sino de manera exponencial. El
pensamiento complejo, la inteligencia artificial y el pensamiento computacional
se deben articular en un proceso de formación y transformación de la enseñanza
y el aprendizaje.
Por ende, la educación debe hacer un esfuerzo extra en el proceso de formación de las nuevas generaciones, con la intención de que los aprendizajes no se vean superados por la realidad al momento de ejercer una profesión.
Se puede pensar una mirada sobre la relevancia de la adquisición y desarrollo del pensamiento complejo en los estudiantes, como una competencia valiosa para el uso académico de las diferentes herramientas de inteligencia artificial (IA) que se ofrecen en la actualidad.
Debido
a que no podemos detener la transformación constante de la tecnología, como
docentes tenemos la responsabilidad de acelerar el paso y brindar a nuestros
estudiantes las competencias necesarias para mantenerse actualizados.
El pensamiento complejo es la competencia
que permite desarrollar procesos cognitivos integradores en torno a
problemáticas complejas,
desglosado en cuatro puntos: -el
pensamiento sistémico, -el pensamiento científico, -el pensamiento crítico y -el
pensamiento innovador.
Estos elementos
cognitivos, permiten que el
pensamiento complejo sea una competencia altamente valorada en la actualidad,
en donde los profesionales afrontan problemáticas en entornos presenciales,
virtuales o mixtos cada vez más
inciertos y en constante cambio debido a las
novedades tecnológicas como el acceso público a la inteligencia
artificial.
El pensamiento
sistémico es un modo
de análisis que evalúa todas las partes que se interrelacionan y que a su vez
conforman una situación hasta lograr una mayor conciencia de los sucesos y del
porqué.
El origen del término y de la metodología del
pensamiento sistémico aún es reciente, el primer investigador en nombrarla fue el biólogo Ludwig von Bertalanffy.
Luego, le siguieron otros investigadores de diversas áreas como psiquiatría,
filosofía e ingeniería, que fueron desarrollando y profundizando en el término,
sus aplicaciones y resultados.
El
filósofo Edgar Morin propuso llevar
el pensamiento sistémico hacia el pensamiento complejo, ya que se caracteriza
por ser organizado y desarrollar habilidades que pueden atender diversos
problemas filosóficos, científicos y sociales[1]
El pensamiento científico es una forma de razonar que se basa en el
análisis, la observación y la experimentación de los fenómenos del mundo en el
que vivimos. Surge en la edad moderna y el renacimiento, cuando se rompe con el
pensamiento mágico y el razonamiento religioso que había dominado la edad
media.
Si
bien en la actualidad existen distintos
métodos de investigación, en definitiva, el método científico es el más aceptado. Esto se debe a que las
características de la investigación científica se basan en traducir el universo
que habitamos en hechos demostrables,
reproducibles y medibles[2]
El pensamiento crítico es la capacidad de
recopilar y analizar información para llegar a una determinada conclusión. Esta habilidad es
importante en prácticamente todo el mercado laboral y aplicable a una gran
variedad de puestos de trabajo para los alumnos que egresan de la escuela
secundaria. Esto se debe a que el pensamiento crítico no se reduce a un tema
específico, sino que se trata de la facultad para analizar información, datos,
estadísticas y otros detalles para luego encontrar una solución satisfactoria.
El desarrollo de las habilidades de
pensamiento crítico mejora la capacidad para
resolver problemas y tomar decisiones basadas en datos.
Además, brinda una metodología
para poder abordar problemas complejos. Las personas con grandes habilidades
para el pensamiento crítico se sienten cómodas con la ambigüedad y están
dispuestas a cuestionar sus hipótesis para poder llegar a las mejores
conclusiones[3].
El pensamiento innovador es un proceso de pensamiento creativo que se utiliza para generar ideas y soluciones. Es una tarea compleja que implica encontrar nuevos métodos para abordar problemas o procedimientos.
El
pensamiento innovador produce resultados que cambian o desafían el statu
quo. En el lugar de trabajo, esto significa buscar formas de pensar de manera
diferente para producir mejores prácticas con buenos resultados[4].
La
inteligencia artificial nos obliga a replantear los modelos pedagógicos
existentes, revalorando
aquellas competencias o habilidades que nos permitirán adoptar las nuevas
tecnologías como herramientas que fortalezcan la labor en el aula y no como
desafíos a la labor docente.
Una de las problemáticas de la educación hoy
en día no es que se continúe privilegiando la enseñanza del contenido sino que
también se debe abordar el desarrollo de destrezas y habilidades
cognitivas que permitan un desarrollo del pensamiento complejo y
computacional de los estudiantes a través de la inteligencia artificial
Hace tiempo que la inteligencia
artificial abandonó el espectro de la ciencia ficción para colarse en nuestras vidas
y, aunque todavía en una fase muy inicial, está llamada a protagonizar una
revolución equiparable a la que generó Internet. Sus aplicaciones en múltiples
sectores —como salud, finanzas, transporte o educación, entre otros— han
provocado que la Unión Europea desarrolle sus propias Leyes de la Robótica[5]
El
pensamiento complejo puede contribuir a una mejor comprensión de una realidad
contemporánea. La educación hoy tiene como reto el explicar y
el comprender, desde una perspectiva hermenéutica, las nuevas complejidades de
la realidad con la aparición y utilización cotidiana del internet, de las TIC,
de la web 2.0 y de las redes sociales.
Por
este motivo, se plantea una relación entre pensamiento complejo y el
pensamiento computacional que incide en un mejoramiento de la calidad
educativa.
El
desafío está en encontrar elementos de conexión entre un pensamiento
complejo y un pensamiento computacional a partir del conectivismo y los
desafíos de una sociedad 3.0 en la que las tecnologías de la información y
comunicación se encuentran incorporadas en la vida cotidiana en un gran porcentaje de la población.
A su
vez, una definición de pensamiento
computacional nos situará sobre esta nueva forma de pensar a partir de
problemas reales a través de una nueva lógica computacional para lograr
resoluciones.
El pensamiento computacional desafía a la educación contemporánea a incorporar este nuevo enfoque para la solución de problemas, construcción de sistemas y comprensión de la relación prospectiva entre la ciencia, la tecnología y una sociedad 3.0[6]
En definitiva, el mundo próximo girará en torno a procesos de desarrollos innovadores de pensamiento complejo, científicos y computacionales a través de la inteligencia artificial. Será el ser humano el que promueva los recursos necesarios suficientes para la humanidad para lograr un futuro próximo de pensamiento crítico, sustentable y sostenible a través de los tiempos.
*Doctoranda en Ciencias de la Salud, Especialista en
Políticas y Programas Socioeducativos, Especialista en Educación Superior y
Nuevas Tecnologías, Diplomada en Neurociencias, Especialista En Relaciones
Internacionales, Diplomada en Neurociencias. Docente investigadora en
Universidad de Concepción del Uruguay, Facultad De Ciencias Médicas y Facultad
de Ciencias de la Comunicación y Educación.
[1] https://www.significados.com/pensamiento-sistemico/