Por el capitán fluvial Hugo
Enrique Pérez*
Cuando a fines de 1994 se firmó el “Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná (Puerto de Cáceres-Puerto de Nueva Palmira)”, la problemática fluvial de los argentinos devino en “Regional”. Esto implicó que debamos compartir su administración con otros 4 países: Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
A
la “complejidad Regional” de que confluyan los Intereses de 5 países sobre los
ríos alcanzados por este Acuerdo Internacional, se le debe sumar los de cuatro
grandes corporaciones cerealeras, denominadas ABCD (ADM, Bunge, Cargill, Dreyfus), formadoras de
precio de los alimentos a nivel mundial y que tienen la característica de
transportar los productos que comercializan, reservándose para sí mismo el
manejo de su propia logística de transporte.
Bien valdría la pena preguntarnos ¿cuánto aportó la República Argentina para que “esa fenomenal estrategia de transporte fluvial internacional” se materializara? Tanto para el transporte con buques de ultramar desde y hacia el Océano Atlántico hasta San Lorenzo, prov de Santa Fe como del transporte fluvial - de remolcadores de empuje aguas abajo - desde los puertos de Paraguay con destino a Nueva Palmira (ROU) y San Lorenzo (ARG); en cuanto a los ríos de administración conjunta con otros signatarios del Acuerdo de la Hidrovía PP: el Río de la Plata (de administración conjunta con la ROU), desde puerto Pilcomayo hasta el km 1240 del río Paraná y el río Uruguay el Río Uruguay (de administración conjunta con la ROU) que va desde el km 5 desde Nueva Palmira y hasta el km 25, adonde se planifica construir nuevos muelles que serán la salida transoceánica de de “esa fenomenal estrategia de transporte fluvial internacional”. En tanto, de administración exclusiva de los argentinos, el Canal Emilio Mitre, el río Paraná de las Palmas, el río Paraná hasta el km 1240, el Río Paraná Guazú, el Pasaje Talavera y el Río Paraná Bravo.
Esta “cesión de Soberanía Fluvial” ya lleva 30 años y si bien fue firmada por Carlos Menem a fines de 1994; ha sido confirmada y avalada por todos los presidentes argentinos, sin excepción, hasta la actualidad: Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández.
El “Eje Fluvial Americano” y la Marina Mercante del Mercosur.
El
progresismo naviero argentino que hoy apoya la visión Americanista de Estados
Unidos – país que salió de la
Globalización “Pensando en Nacional” y ahora expone los vicios de las “Marinas
Mercantes Globalizadas” -, soslaya
el hecho de
que los argentinos administramos nuestras vías navegables en forma conjunta, en
“Clave Regional” desde hace 30 años,
mientras que los estadounidenses administran el Misisippi en forma soberana,
así como los ingleses el Támesis y los alemanes el Rihn.
La
República Argentina, cedió su “Soberanía Fluvial” para conformar el
“principal corredor de exportación del Mercosur” y desde la Geopolítica,
implicó el nacimiento del “Eje Fluvial Panamericano”, integrado por Brasil (proveedor de cereal),
Paraguay (la salida portuaria y transporte fluvial), Uruguay (plataforma
transoceánica por Nueva Palmira) y Chile (el operador regional de los intereses
angloamericanos en la región).
A cambio de su aporte, ¿qué recibió la República Argentina? ser objeto de un “Juego de Influencias”, una Maniobra consistente en que los grandes Intereses Internacionales, operando sobre estados considerados más chicos - como Paraguay y Uruguay-, fueron fortalecidos para debilitar a nuestro país en el “Tablero Estratégico Fluvial Regional”.
Ahora, 30 años después de estar afuera de este negocio fluvial y merced a la “Reconfiguración del Nuevo Orden Mundial” que estaría originando tres nuevos ejes geopolíticos mundiales - Americano, Europeo y Oriental -, determinaría un nuevo “Eje Fluvial Americano”, signado por los intereses navieros de Estados Unidos, Paraguay y Argentina.
En este “Tablero Estratégico Fluvial Regional” y ante el nacimiento del “Eje Geopolítico Americano” que implica la unidad de la América del Norte, Central y del Sur, además de la salida de Europa de América, ¿qué hacemos los argentinos en materia fluvial? ¿Denunciamos el Acuerdo Internacional y nos atenemos a las consecuencias estratégicas de romper las reglas de juego impuestas hace 30 años? que fueran respetadas por todos los presidentes de la Nación desde Menem hasta la actualidad.
Por nuestra parte, creemos que la alternativa sería
negociar en el marco de esa “Clave Regional” y de la Integración Mercosur la
conformación de una “Marina Mercante Regional”, siguiendo la visión
“Americanista” de la Navegación de Cabotaje Nacional, nacida al amparo de la “Reserva
de Carga” para consolidarse y que en el marco de la Hidrovía PP, es “Regional”
- así lo establecen los artículos 10 y 11 de este Tratado Internacional. De crearse
esta “Marina Mercante Fluvial Regional”, si se trasladara esta propuesta a los
ríos Alto Paraná, de la Plata y Uruguay que los argentinos administramos en conjunto
por vía de sendos tratados internacionales con Paraguay y la ROU,
respectivamente; podríamos pensar en una “Marina Mercante Fluvial del
Mercosur”.
El progresismo argentino debería tener
presente que en 1943, Arturo Jauretche expuso sobre el “Progresismo Nacional o
de Factoría”,
señalando que “el progresismo de
factoría es una forma falaz de progreso al que opongo el verdadero sentido: el
progresismo nacional”, para aclarar, “una economía de factoría; no tiene
marina mercante”. Esto nos obligaría a realizar un análisis de consciencia sobre este tema y cómo algun@s mandatari@s – y
sus seguidores -, que teniendo la “cuasi suma del poder público”
cuando gobernaron, nada hicieron por la Marina Mercante Nacional ¿será que solo
interesaba el negocio del dragado desde el Atlántico hasta Santa Fé?
La
“complejidad Regional” surgida de la administración de nuestras
vías fluviales, el cumplimiento de
las “Reglas de Juego” nacidas al amparo de los Acuerdos Internacionales
signados oportunamente, los Intereses nacidos de la conformación del “Eje
Fluvial Americano, siguiendo una mirada Americanista y la existencia de una “Reserva
de Carga Regional” sentarían
las bases para negociar la creación de una “MARINA MERCANTE FLUVIAL DEL
MERCOSUR”, para ello, deberemos Pensar Estratégicamente.
La
presente Nota de Opinión es redactada en base a información extraída de la Parte
I del libro “El Río Uruguay… la llave que nos abre las puertas al Desarrollo”,
de autoría de Jorge Leandro Sittoni y Hugo Enrique Pérez, editorial IPN, - Colección
de Estrategia - Instituto de Publicaciones Navales del Centro Naval de la República Argentina.