lunes, 18 de julio de 2022

Algunas reflexiones sobre la guerra en Ucrania.

 Algunas reflexiones sobre la guerra en UCRANIA

 Por D. B. 

           No existen buenos y malos en la conflictividad actual, solo intereses en juego. 

     El actual conflicto militar entre Rusia y Ucrania tiene múltiples raíces, diversos formatos de salida e imprevisibles consecuencias en el reordenamiento mundial en curso. 

     Además de orígenes en la historia del relacionamiento ruso ucraniano con contradicciones e incluso políticas de estado diferenciadas en etapas diferentes, desde la potencia mayor (Rusia), la realidad es que la sociedad ucraniana está compuesta en cerca de un 30% por ruso parlantes concentrados en la zona fronteriza con Rusia, región donde se concentra el mayor desarrollo industrial, la generación energética y los puertos de salida de su enorme capacidad de producción agraria (fundamentalmente granelera).

    Esta población fue segregada a partir de la revolución del Maidan, incluso prohibiéndose su idioma materno que impuso a un nuevo régimen pro-occidental, con directa intervención de EEUU a través de la CIA (asunto comprobado fehacientemente). El actual gobierno tiene entre sus mas altas autoridades a personajes vinculados a dicha Agencia y nazis confesos parte de una milicia que está formalmente integrada en las Fuerzas Armadas. 

     No alcanza con este relato para explicar el comportamiento ruso, el cual se fundamente mas en razones geopolíticas y militares de las actuales contradicciones en marcha entre dicha potencia continental euroasiática y EEUU en el marco de la lucha con China por la supremacía mundial. 

    Rusia es una potencia pero de tercer orden. Su PIB es menor que el de California y apenas se acerca al de Brasil, pero desde la caída de la Unión Soviética, tejió una red de Acuerdos Comerciales con Europa en torno a infraestructura, venta de energía limpia y apertura de fronteras a las inversiones, en el ánimo de evitar el aislamiento occidental, limitar la inversión en defensa de fronteras y concentrar su partnership con China Turquía e India.

    EEUU, en tanto potencia hegemónica, al término de la 2da guerra impulsó la OTAN en Europa como paraguas militar en la etapa de Guerra Fría y la mantuvo a la caída de la Unión Soviética, integrando a lo países de Europa Oriental y con el mismo supuesto de que el enemigo es Rusia. 

     Mas de 80 % de su presupuesto, bases instaladas y tropas disponibles son yanquis. En el nuevo milenio estaba muy alicaída en sus capacidades, e incluso los principales países europeos tenían deudas importantes, a tal punto, que Trump llegó a amenazar con el retiro del respaldo activo de EEUU. 

   La convergencia estratégica en infraestructura, particularmente de comunicaciones y energía llevo a que, en el caso de Alemania basase en el desarrollo del gas ruso como fuente energética, la resolución de abandonar las plantas atómicas (la última de las cuales se cerró a principios de diciembre del 2021), en espera del comienzo del funcionamiento del gasoducto STREMING II planeado para marzo 2022. 

     La planificación de la UE no tenía ningún plan o proyección de conflicto con RUSIA como escenario posible. 

     Parecería viable pensar que el aumento del enfrentamiento y la pérdida de competitividad estratégica de EEUU frente a China, unido a los cambios estructurales que se vienen procesando a nivel de I+D, transporte marítimo, carrera espacial reflejados, por ej., en la caída abrupta de inscripción de patentes, ha llevado a este país a impulsar una estrategia de asegurar dominio y dependencia de Europa rompiendo la creciente colaboración de ésta con Rusia. 

    La Administración Biden ha promovido la inclusión de nuevos Estados en la OTAN, muchos de ellos con bajísima calidad democrática (Hungría, Rumania, Albania, Polonia, Estonia, Letonia) o incluso severos problemas de inexistencia de reconocimiento básico de los DDHH o promoción del terrorismo (Turquía es un ejemplo). 

   Todos ellos con cuestionamientos e incluso intervenciones directas por los organismos de la UE y la CEE que parecen haber quedado absolutamente dejadas de lado frente al nuevo escenario donde manu militari se impone “el patrón de la cancha”. 

  Las provocaciones claras al extender la influencia de la OTAN a zonas fronterizas y en particular los movimientos promovidos desde UCRANIA son causa de la confrontación militar actual. 

  A nivel económico la industria militar y todas las relacionadas al rearme, son las beneficiadas. Todos los países de OTAN han comprometido subir al 2% el gasto militar anual, en desmedro de las necesarias inversiones productivas y en políticas sociales post-pandemia. 

   Las contradicciones dentro del sistema capitalista se resuelven una vez más, utilizando la confrontación militar, como recurso para dirimir disputas de predominio. 

    La situación vista desde Estocolmo: 

  Desde siempre, Rusia fue el enemigo principal de los países escandinavos. Guerras periódicas desde el 1200 en adelante han marcado la relación entre estos. 

    En el Siglo XX Finlandia tuvo 2 guerras, pese a sus status de NEUTRAL. 

   Durante la Guerra Fría, el temor de una Guerra Atómica llevo a poner un enorme esfuerzo en prepararse para sobrevivir a la misma y tener autosostenibilidad básica. 

   La NEUTRALIDAD, la promoción de la democracia y el respeto a los DDHH constituyeron principios donde la SOLIDARIDAD fue práctica activa a nivel internacional destinándose el 1% del PIB a la cooperación al desarrollo sin condicionamientos. 

   Fue el modelo socialdemócrata de desarrollo hasta mediados de los 70. 

  El miedo, la perdida de liderazgo industrial y en telecomunicaciones, autonomía para la toma de decisiones estratégicas al ingresar a la UE, erosionaron y terminaron liquidando la política de neutralidad. 

  Finlandia y Suecia han solicitado ingreso a la OTAN, Suecia en particular en una abyecta concesión al gobierno criminal de Erdogan para que no vete su solicitud de ingreso. 

   Acuerdo por el cual se acepta conceder extradiciones a los refugiados políticos de Turquía.

  Ucrania está dirigida por un gobierno títere de USA y es previsible se desangre en una guerra imposible de ganar pero que se quiere mantener a toda costa porque es de desgaste de las capacidades de Rusia, a la cual como ha sido permanente desde el fin de la Guerra Mundial, pretende arrinconar y separar de Europa. 

   En 1985 por acuerdo con Arabia Saudita se elevo la oferta de petróleo 9 veces (lo cual llevo a una caída record del precio del crudo) única fuente de ingresos reales de la Unión Soviética, lo cual aceleró la caída del régimen. La próxima semana Biden visita nuevamente Arabia aunque en sus discursos preelectoral había defenestrado a ese régimen por anacrónico. Su objetivo “asegurar el suministro y precio bajo de petróleo y gas” … Juegos de poder donde la gente nada importa y los países son moneda de cambio.