domingo, 4 de junio de 2023

Desafíos en la educación contemporánea: del pensamiento complejo al desarrollo computacional en el Siglo XXI

 


Por Marina Pagani*

Palabras claves: educación, pensamiento complejo, inteligencia artificial, pensamiento computacional

   Los avances tecnológicos ya no suceden gradualmente, sino de manera exponencial. El pensamiento complejo, la inteligencia artificial y el pensamiento computacional se deben articular en un proceso de formación y transformación de la enseñanza y el aprendizaje.

   Por ende, la educación  debe hacer un esfuerzo extra en el proceso de formación de las nuevas generaciones, con la intención de que los aprendizajes no se vean superados por la realidad al momento de ejercer una profesión.



   Se puede pensar una mirada sobre la relevancia de la adquisición y desarrollo del pensamiento complejo en los estudiantes, como una competencia valiosa para el uso académico de las diferentes herramientas de inteligencia artificial (IA) que se ofrecen en la actualidad.

   Debido a que no podemos detener la transformación constante de la tecnología, como docentes tenemos la responsabilidad de acelerar el paso y brindar a nuestros estudiantes las competencias necesarias para mantenerse actualizados.

   El pensamiento complejo es la competencia que permite desarrollar procesos cognitivos integradores en torno a problemáticas complejas, desglosado en cuatro puntos: -el pensamiento sistémico, -el pensamiento científico, -el pensamiento crítico y -el pensamiento innovador.

   Estos elementos cognitivos, permiten que el pensamiento complejo sea una competencia altamente valorada en la actualidad, en donde los profesionales afrontan problemáticas en entornos presenciales, virtuales o mixtos  cada vez más inciertos y en constante cambio debido a las

novedades tecnológicas como el acceso público a la inteligencia artificial.

   El pensamiento sistémico es un modo de análisis que evalúa todas las partes que se interrelacionan y que a su vez conforman una situación hasta lograr una mayor conciencia de los sucesos y del porqué.

   El origen del término y de la metodología del pensamiento sistémico aún es reciente, el primer investigador en nombrarla fue el biólogo Ludwig von Bertalanffy. Luego, le siguieron otros investigadores de diversas áreas como psiquiatría, filosofía e ingeniería, que fueron desarrollando y profundizando en el término, sus aplicaciones y resultados.

   El filósofo Edgar Morin propuso llevar el pensamiento sistémico hacia el pensamiento complejo, ya que se caracteriza por ser organizado y desarrollar habilidades que pueden atender diversos problemas filosóficos, científicos y sociales[1]

   El pensamiento científico es una forma de razonar que se basa en el análisis, la observación y la experimentación de los fenómenos del mundo en el que vivimos. Surge en la edad moderna y el renacimiento, cuando se rompe con el pensamiento mágico y el razonamiento religioso que había dominado la edad media.

   Si bien en la actualidad existen distintos métodos de investigación, en definitiva, el método científico es el más aceptado. Esto se debe a que las características de la investigación científica se basan en traducir el universo que habitamos en hechos demostrables, reproducibles y medibles[2]

   El pensamiento crítico es la capacidad de recopilar y analizar información para llegar a una determinada conclusión. Esta habilidad es importante en prácticamente todo el mercado laboral y aplicable a una gran variedad de puestos de trabajo para los alumnos que egresan de la escuela secundaria. Esto se debe a que el pensamiento crítico no se reduce a un tema específico, sino que se trata de la facultad para analizar información, datos, estadísticas y otros detalles para luego encontrar una solución satisfactoria.

   El desarrollo de las habilidades de pensamiento crítico mejora la capacidad para resolver problemas y tomar decisiones basadas en datos. Además,  brinda una metodología para poder abordar problemas complejos. Las personas con grandes habilidades para el pensamiento crítico se sienten cómodas con la ambigüedad y están dispuestas a cuestionar sus hipótesis para poder llegar a las mejores conclusiones[3].

    El pensamiento innovador es un proceso de pensamiento creativo que se utiliza para generar ideas y soluciones. Es una tarea compleja que implica encontrar nuevos métodos para abordar problemas o procedimientos. 

   El pensamiento innovador produce resultados que cambian o desafían el statu quo. En el lugar de trabajo, esto significa buscar formas de pensar de manera diferente para producir mejores prácticas con buenos resultados[4].

   La inteligencia artificial nos obliga a replantear los modelos pedagógicos existentes, revalorando aquellas competencias o habilidades que nos permitirán adoptar las nuevas tecnologías como herramientas que fortalezcan la labor en el aula y no como desafíos a la labor docente.

   Una de las problemáticas de la educación hoy en día no es que se continúe privilegiando la enseñanza del contenido sino que también se debe abordar  el desarrollo de destrezas y habilidades cognitivas que permitan un desarrollo del pensamiento complejo y computacional de los estudiantes a través de la inteligencia artificial

    Hace tiempo que la inteligencia artificial abandonó el espectro de la ciencia ficción para colarse en nuestras vidas y, aunque todavía en una fase muy inicial, está llamada a protagonizar una revolución equiparable a la que generó Internet. Sus aplicaciones en múltiples sectores —como salud, finanzas, transporte o educación, entre otros— han provocado que la Unión Europea desarrolle sus propias Leyes de la Robótica[5]

   El pensamiento complejo puede contribuir a una mejor comprensión de una realidad contemporánea. La educación hoy tiene como reto el explicar y el comprender, desde una perspectiva hermenéutica, las nuevas complejidades de la realidad con la aparición y utilización cotidiana del internet, de las TIC, de la web 2.0 y de las redes sociales.

    Por este motivo, se plantea una relación entre pensamiento complejo y el pensamiento computacional que incide en un mejoramiento de la calidad educativa.

   El desafío está en encontrar  elementos de conexión entre un pensamiento complejo y un pensamiento computacional a partir del conectivismo y los desafíos de una sociedad 3.0 en la que las tecnologías de la información y comunicación se encuentran incorporadas en la vida cotidiana en un gran  porcentaje de la población.

    A su vez, una definición de pensamiento computacional nos situará sobre esta nueva forma de pensar a partir de problemas reales a través de una nueva lógica computacional para lograr resoluciones.

   El pensamiento computacional desafía a la educación contemporánea a incorporar este nuevo enfoque para la solución de problemas, construcción de sistemas y comprensión de la relación prospectiva entre la ciencia, la tecnología y una sociedad 3.0[6]

 En definitiva, el mundo próximo girará en torno a procesos de desarrollos innovadores  de pensamiento complejo, científicos y computacionales  a través de la inteligencia artificial. Será el ser humano el que promueva los recursos necesarios suficientes para la humanidad  para lograr un futuro próximo de pensamiento crítico,  sustentable y sostenible a través de los tiempos. 

*Doctoranda en Ciencias de la Salud, Especialista en Políticas y Programas Socioeducativos, Especialista en Educación Superior y Nuevas Tecnologías, Diplomada en Neurociencias, Especialista En Relaciones Internacionales, Diplomada en Neurociencias. Docente investigadora en Universidad de Concepción del Uruguay, Facultad De Ciencias Médicas y Facultad de Ciencias de la Comunicación y Educación.