Por Marina Isabel Pagani*
Generalmente
reflexiono y escribo sobre educación y sus avances en el país o en el exterior
o también las implicancias de la ausencia o carencia de las gestiones políticas en educación. Hoy
salgo de la zona de confort.
En estas líneas voy a tratar de desentrañar lo observado a lo largo de
una semana intensa plagada de sensaciones contradictorias que agigantan la
brecha.
La hechos terribles acaecidos en una de nuestras provincias del norte desembocó en reacciones violentas de toda la sociedad donde se entrecruzaron percepciones de todo tipo atravesadas por variables políticas donde se vislumbra que la gente ya no soporta más las injusticias y el delito. La brecha atraviesa la sociedad.
En nuestra provincia de Entre Ríos las ásperas acusaciones entre políticos
tiñeron las pantallas de televisión y las redes sociales en un intento de
convencer sobre propuestas políticas a costa de denostar al otro con
acusaciones que rayan en el odio. La
brecha se profundiza y todos quieren ser dueños de la razón.
Nadie es responsable. Nadie quiere hacer
autocrítica. Todo estuvo y está
perfecto.
En nuestra ciudad de Concepción del
Uruguay, Entre Ríos, las personas caminan apuradas, sin ver, sin observar ni
observarse. A un banco de la ciudad se “le cae el sistema inevitablemente”
todos los viernes al mediodía, la gente está furiosa porque saben de antemano que es una treta para no
entregar dinero físico y se viene el fin de semana largo. Viveza criolla diríamos de entrecasa…Los comercios suben los
precios “por las dudas” porque tienen temor a reponer luego del feriado y para el
día del Padre no se vende lo que pretende el comerciante.
La población que trabaja no tiene dinero
para grandes obsequios ni para grandes festejos, estamos casi en la ruina
económica y moral. Todos quieren tener
la razón y la verdad. Nadie hace autocrítica.
Algunos partidos políticos siguen vendiendo “espejitos de colores”, aquellos que nos vendieron hace años y siguen como
en “modo pausa” sin hacer
autocrítica.
La
culpa la tiene el otro…seguro que la culpa la tiene el que trabaja a diario que
ya desesperado no puede pagar los impuestos, servicios, empleados, etc. o aquel
que tiene tres trabajos y no sabe cómo llegar a fin de mes y que está
verdaderamente estresado y no encuentra la salida.
Semana
intensa de trámites de carácter político para las agrupaciones que se
presentan en las PASO del 13 de agosto. Semana intensa de nombres, datos,
cifras, planillas, idas y venidas.
Los partidos políticos tradicionales
desesperados porque no quieren “perder
la caja”, quieren permanecer con vanas promesas que saben de antemano que
no cumplirán. Observo la obsesión del ser humano por el poder, el querer pertenecer y seguir perteneciendo a costa “de lo
que sea” buscando los adjetivos calificativos que los caracteriza de “una
bondad extrema” para convencer al pueblo.
Y estamos las personas comunes que trabajamos todos los días y nos enfrentamos a
los sinsabores cotidianos y
sorteamos como podemos las dificultades. Y también tenemos sueños y esperanzas de una ciudad y un mundo mejor para
legado de nuestras familias y esperanzados esperamos el fin de semana largo
para descansar, poner en orden la casa, mirar alguna película de distracción o
algún paseíto corto.
En los lugares de trabajo escolar se observan niños con frustraciones,
sin sabores o vaya a saber qué cosa les pasa en sus casas y a sus familias. Los
docentes crispados ante cualquier situación de la que “nadie se hace cargo” y nadie “hace
autocrítica”. La culpa la tiene el otro y así sucesivamente…Si escuchamos a
los políticos…la culpa la tiene el anterior o “por las dudas” el que viene en
los próximos comicios. Nadie hace autocrítica. Somos la perfección hecha persona.
¿Y
así pensamos disminuir la brecha sin hacernos cargos de nuestros
propios errores y aciertos?
El pedagogo Vigotsky decía, “a partir de
los errores se aprende” pero para ello hay que ser autocrítico (barajar y dar de nuevo) pero parece que estamos ante una nueva
era de la perfección y el poder y
el poner la culpa en el otro.
Esta síntesis semanal expresa lo observado a
diario en los distintos medios y en la realidad laboral que me circunda. He salido de la zona de confort para observar y escribir. ¡Hasta la
próxima!
*Doctoranda en Ciencias de la Salud *Diplomada en Neurociencias *Especialista en Relaciones Internacionales *Especialista en Educación Superior y Nuevas Tecnologías y en Políticas y Programas Socioeducativos * Prof. en Geografía y Ciencias Biológicas *Otros