Por el capitán fluvial Hugo Enrique Pérez
Los puertos de la provincia de Santa Fé se han transformado en la vía de salida de la Región Centro y muy probablemente lo sean de la “Región Litoral”. En tal sentido, luego de la firma del Decreto del PEN 340/25, el ministro de Desarrollo Productivo santafesino, Gustavo Puccini, celebró la medida con foco en la Hidrovía Paraguay Paraná.
De esta forma, el gobierno de Santa Fé explicitó que “en lo que hace a las modificaciones regulatorias, el Gobierno Nacional toma en serio los cambios que se proponen desde Santa Fe y otras provincias”. Señaló que tuvieron instancias de trabajo junto a Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Misiones, en el marco de Región Litoral, donde delinearon un borrador de la desregulación del cabotaje nacional y de la Marina Mercante Nacional que luego presentaron a la Agencia Nacional de Puertos y Navegación. También apoyó esta nueva normativa el “Cluster Cerealero Regional”, ¿el poder real de la Hidrovía PP? representado por las Bolsas de Cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, junto a las Bolsas de Comercio de Chaco, Rosario y Santa Fe.
Una cuestión que consideramos insoslayables en el análisis es que diferentes actores políticos y sindicales ven en el decreto 340/25 firmado por Javier Milei, una suerte de continuidad con el decreto 1772/91, por el que Carlos Menem desregulara la Marina Mercante Nacional. Sin embargo, entendemos que las circunstancias son totalmente diferentes porque en 1991, no existía en la región una potencia fluvial dominante, como ocurre actualmente con la Flota Fluvial de Paraguay; tampoco había en aquel momento una norma que rigiera las reglas de juego del negocio fluvial regional en la Hidrovía Paraguay Paraná. En tanto, desde el punto de vista geopolítico, en 1991 el mundo ingresaba de lleno a la Globalización, mientras que en la actualidad, el mundo está saliendo de dicho proceso y los Bloques Regionales y los Estados Continentes cierran sus fronteras, registrándose la conformación de tres ejes geopolíticos mundiales: Americano, Europeo y Oriental.
A nivel mundial, se verifican tensiones entre dos grandes potencias, Estados Unidos y China, lo que determinaría la conformación de hubs portuarios, que en la Hidrovía PP, todo parecería orientado a posicionar al sistema portuario santafesino. En tanto que la salida de la Globalización ha determinado que la logística naviera ocupe un lugar central en los denominados “Espacios de Tensión Geopolítica”, como ocurre en Latinoamérica.
Por ahora, la administración Milei explicitó el MEDIO – el decreto 340/25 – aunque se desconoce el FIN, es decir la estrategia naviera que pretende llevar adelante, ya sea en el Mar Argentino como en los ríos de la Plata, Uruguay, Paraná, Paraguay y Alto Paraná.
Entre Ríos y su fortaleza en el Río Uruguay
Frente a la ambiciosa estrategia logística de la provincia de Santa Fé y ante la coyuntura fluvio portuaria que nos es esquiva en la Hidrovía PP, el poder político entrerriano debe pensar una estrategia de desarrollo fluvial sobre el río Uruguay.
Estamos convencidos que de nada sirve conformar Regiones sin que antes los decisores políticos – fundamentalmente el Poder Real – determine los “Intereses Estratégicos Provinciales”. La Integración Regional no debería constituir un amontonamiento de provincias y sí dar paso a una Estrategia que tutele los Intereses de Entre Ríos.
Desde la perspectiva que «la Política Exterior es la Política de los Intereses», Entre Ríos debería utilizar al río Uruguay como herramienta de cohesión geopolítica y, por ende, desarrollar su propia estrategia en el “Río de los Jesuitas”, sumando en principio a Paraguay y luego a Brasil y Uruguay como socios estratégicos. Al respecto, debemos señalar que Argentina se encamina junto a los intereses paraguayos y estadounidenses a conformar el “Eje Gepolítico Fluvial Americano”.
También debería tener muy en cuenta el gobierno entrerriano que tiene en el “balcón de su casa” uno de esos “Espacios de Tensión Geopolítica” en el río Uruguay, adonde se enfrentan el interés de China afincado en la República Oriental del Uruguay y el del Eje Americano ubicado en la República Argentina.
El Poder de Entre Ríos – el real y el formal – debe optar, si encolumnarse detrás del interés de China y el de la Globalización que se basa en la exportación de materias primas y que deslocaliza la producción provincial; o bien, avanzar hacia un modelo basado en una Industrialización «Pensada en Provincial» dentro del Eje Geopolítico Americano.
Creemos y estamos convencidos que como entrerrianos el Gran Objetivo Estratégico debería ser el de conformar una nueva Matriz Política y con una mirada Americanista, ser capaces de concebir un Modelo Industrial “Pensado en Provincial”. Es decir que sin abandonar las regiones Centro y Litoral, establecer nuestra propia estrategia fluvial.
En el libro que redactamos con Jorge Leandro Sittoni, el “Río Uruguay… la llave que abre las puertas al Desarrollo”, proponemos avanzar en un “Proceso de Integración Regional por Infraestructuras” que prevea una explotación comercial multidimensional, capaz de resignificar el equilibrio logístico entre la navegación fluvial, el tren, el avión y el camión. También consideramos que los puertos entrerrianos deben dar un salto cualitativo y ser capaces de ofrecer servicios a la industria, aun cuando estos no guarden relación con la actividad de carga y descarga: que comiencen a ser parte de la actividad portuaria, actividades consideradas estratégicas, como la Industria Naval.
Sobre el río Uruguay, Entre Ríos debería contar con su propio “Sistema Portuario de Cargas y de Pasajeros”, un puerto barcacero con 13 pies de profundidad al cero en la zona de Concordia, a Liebig se le debe garantizar 17 pies al cero – igual que al puerto uruguayo de Paysandú -, Concepción del Uruguay consolidarse como un “By Pass Logístico Regional” que consolide la multimodalidad del transporte y en Ibicuy constituir una gran “Plataforma Transoceánica”; además, se debería garantizar la misma profundidad que tiene el río Paraná de las Palmas, al río Paraná Guazú desde el km 123 hasta el km 212.
Proponemos que a diferencia de lo que ocurre en la Hidrovía PP, la política entrerriana resignifique, adaptando a las nuevas realidades, aquella estrategia multimodal y multidimensional pensada en 1987; para que el río Uruguay devenga en una «Hidrovía al Servicio del Desarrollo Productivo de la Región» y así, Entre Ríos ocupe la centralidad que se merece.