En 1987 un grupo de soñadores, pensadores y personas vinculadas al quehacer político y cultural binacional argentino-uruguayo, con base en Entre Ríos, como Aníbal Sampayo, el “uruguayo” Carlos González Cardozo, el “Poeta” Faravello, Eduardo Motta, Walter Caiero, Jorge Leandro Sittoni, entre otros, comenzaron a trabajar en una integración regional profunda basada en la “Multidimensionalidad” y en la “Multimodalidad” del río Uruguay.
El gran desafío que se plantearon este grupo tan heterogéneo fue, cómo en la diversidad de opiniones, criterios y de cada uno con su propia pertenencia político-partidaria, podrían definir aquella nueva integración regional multidimensional de un Mercosur que todavía no nacía, pero al que se le debían sentar las bases para generar soluciones, dar respuestas y que naciera libre de conflictos.
En los ´90, el entonces presidente uruguayo, Luis Alberto Lacalle de Herrera –nieto de Luis Alberto de Herrera–, reconstruye el “herrerismo” y junto a su par argentino, Carlos Menem, adquieren un rol importante en el lanzamiento del Mercosur y se constituyen en los arquitectos contemporáneos del desarrollo fluvial del Río Uruguay con base en un complejo foresto-industrial argentino-uruguayo.