miércoles, 6 de julio de 2022

El impacto de la Pandemia por Covid-19 en los trabajadores universitarios y su vinculación con las competencias digitales: el teletrabajo como modalidad

 


Por Marina Isabel Pagani* 

El presente estudio ha sido elaborado en el marco del comienzo del dictado de clases y de las actividades universitarias durante el inicio del año 2020 con motivo de la Pandemia por Covid-19 y el surgimiento del teletrabajo como única opción de enseñanza y de trabajo.

 El propósito del proyecto es contribuir a desentrañar el impacto que tuvo la pandemia en los trabajadores universitarios, dar respuesta sobre las competencias digitales que poseen o no y las capacitaciones que derivan de este inédito escenario a dos décadas del comienzo del Siglo XXI.

Katz, Jung y Callorda (CAF, 2020) sostienen que la pandemia del Covid-19 es inusitada en la medida de que plantea un desafío al sistema socio-económico, sanitario y educativo mundial, entre otros.

A partir de la aplicación de las primeras medidas sanitarias decretadas por la ONU el 11 de marzo de 2020, sumadas al temor por el contagio, comenzaron a acumularse las evidencias anecdóticas que daban cuenta de la importancia de las tecnologías digitales para contrarrestar el aislamiento, difundir medidas profilácticas, y facilitar el funcionamiento de sistemas socio económicos.

Los autores mencionados plantean estimar con base a la evidencia empírica la importancia de la digitalización como factor mitigante de la disrupción de la pandemia. Así es que uno de los efectos inmediatamente más claros de la pandemia ha sido la clausura de oficinas, lugares de enseñanza, negocios, fábricas y medios de transportes para prevenir el contagio y por consiguiente, el inicio del teletrabajo.

Los especialistas en el tema en general coinciden en que más allá del impacto de las redes de telecomunicaciones en la sociedad, la modalidad de teletrabajo ha generado respuestas positivas y otras no tanto en el uso de aplicaciones de videoconferencia a través de chat, wattssap o skyppe para facilitar la comunicación laboral y el tráfico de datos dentro del hogar con base a la tecnología de Wi-Fi. La penetración de Internet en hogares es la palanca fundamental para poder afrontar la pandemia y las futuras pandemias.

La realidad muestra que la digitalización en los hogares permite a la población continuar realizando una serie de tareas cotidianas que anteriormente requerían el contacto físico y la presencialidad, a pesar de las discrepancias entre los trabajadores en cuanto a la cantidad de horas dedicadas al trabajo. Algunas preguntas que pueden ser desarrolladas en la investigación nos ponen en contacto con la realidad universitaria, por ejemplo;

¿Puede la digitalización actuar como factor mitigante, reduciendo el impacto disruptivo de la pandemia en la universidad?

¿Cuál es el grado de despliegue de internet y de las plataformas digitales en la universidad y en el hogar para seguir trabajando en modalidad de teletrabajo?

¿Hasta qué punto las redes y las tecnologías de la información y de la comunicación pueden responder al desafío de generar competencias digitales en los trabajadores universitarios?

 ¿El trabajador universitario, puede acceder a capacitaciones gratuitas o debe responder con su propio presupuesto?

Estos interrogantes,- dado la magnitud del problema-, y algunos cuestionamientos de la realidad universitaria en pandemia por Covid-19, me llevan a indagar, a investigar y a dar respuesta al área de interés en forma concreta. Una pregunta de investigación puede formularse así:

¿Cuáles son los desafíos que presentan los trabajadores universitarios de menos de 60 años y mayores de 60 años en la modalidad de teletrabajo en época de Pandemia por Covid-19 vinculado a las competencias digitales y capacitaciones en el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación en una Universidad?

Los resultados de esta investigación están dirigidos a promover y fomentar entre el personal de la universidad seleccionada que se desempeña en teletrabajo, la práctica y asistencia a capacitaciones digitales sincrónicas y asincrónicas realizadas por el Departamento de Educación a Distancia a través de la plataforma Moodle de la universidad seleccionada.

Este proyecto tiende a favorecer el aprendizaje de los trabajadores de la comunidad global ya que los resultados obtenidos sobre el teletrabajo en los trabajadores universitarios en pandemia, no solamente impactará en las universidades sino en todos los ámbitos nacionales, regionales y mundiales relacionados al trabajo virtual. Este nuevo escenario mundial de vulnerabilidad, con gran cantidad de población afectada por coronavirus, sujeta al aislamiento o de distanciamiento social por el Covid-19 según el país, región, provincia o localidad, plantea continuar en teletrabajo por los riesgos que conlleva la presencialidad hasta no estar todas las personas vacunadas y con una efectividad comprobada de la misma.

Por otra parte, la movilidad estudiantil de estudiantes universitarios limitada a esta situación mundial permitirá seguramente el crecimiento de universidades virtuales con nuevas ofertas académicas en distintos lugares del planeta que permitan una movilización de la matrícula a través de plataformas y redes con menos costos económicos de traslados, alimentación, vestimenta y vivienda para los alumnos y familias.

 La internacionalización de la educación superior eran prácticas cotidianas en algunas universidades antes de la pandemia, en la actualidad estas actividades universitarias se deberán reinventar con enormes desafíos en modalidad virtual.

 “La nueva universidad tras la pandemia: ventanas de oportunidad para reimaginar la universidad” es el nombre de la conferencia que presentó el director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), Francesc Pedró, en este encuentro internacional. Para Pedró, la pandemia ha ofrecido diversas oportunidades en el ámbito de la educación superior, principalmente en materia de aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Planteó como una de estas ventanas de oportunidad, el aprendizaje móvil, debido a que los equipamientos tecnológicos, principalmente los celulares inteligentes, están cada vez más presentes en la población joven de la región, quienes los pueden aprovechar para la continuidad educativa.

Desde otro punto de vista, el teletrabajo puede contribuir a una nueva organización laboral. Los Estados y las distintas organizaciones deberán analizar y decidir sobre este futuro muy próximo de trascendencia social e impacto económico en las sociedades. Nuevas políticas mundiales, nacionales y provinciales deberán escribirse en los próximos años minimizando los costos humanos en los países menos desarrollados, tema éste de presentes y futuros debates.

En su libro “La Tercera Edad” (1993), Fabio Ignacio Katz se refiere entre otros aspectos, a la Educación a Distancia en personas que se han jubilado pero pueden y quieren seguir trabajando. Expresa que “dentro del concepto de educación permanente elegimos la educación a distancia porque tiene en cuenta los tiempos de aprendizaje individuales”. También expresa Katz, (pág.129) “cada uno podrá orientarse y seleccionar en la batería de multimedios, el más adecuado a sus modos peculiares de aprender, elegir entre participar o no en grupos de aprendizaje, acercarse a su tutor y guía según sus requerimientos en el proceso de aprender, y donde cada uno tendrá la oportunidad de realimentar-mediante la práctica laboral-, el bagaje adquirido, completarlo, corregirlo o reorientarlo”. Destaca Katz que “ todos esos elementos han de ser abordados en una organización y combinación de módulos adecuados donde los medios para realizar la educación a distancia están representados por la televisión, radio, videos, computadoras, grabadores “.En Katz ( pag.130) se sostiene que “la educación a distancia permite una organización didáctica adaptada al perfil del grupo al que se dirige y adjudica tiempos de aprendizaje acordes con el ritmo de quienes lo reciben en su propio domicilio utilizando un amplio espectro de las tecnologías de la información y la comunicación, combinando el trabajo grupal con el individual, garantizando una comunicación bidireccional en el diseño pedagógico y seguido del tutor en el camino de aprendizaje”

 Expresa Beatriz Sarlo (2018, pág.13), “...no recuerdo cómo fue avanzando y cambiando mi lectura en pantalla. Probablemente no puedo recordarlo con precisión…” pero sospechaba que tenían algo que podía interesarme; hubo archivos, páginas web, blogs, y así hasta hoy…” “…Lo primero que leí en pantalla, desde la web y no desde archivos adjuntos que me enviaban amigos o conocidos, fueron datos, que  buscaba en el campo hoy muy poblado de diccionarios, ficheros, catálogos, mapas, cronologías, fotos y, más tarde, la siempre salvadora Wikipedia…”. Sigue escribiendo Sarlo (La intimidad pública, 2018, pág.19 y 20 ),”...esta relación temprana (para el caso argentino) me volvió una fanática. Compré mi primera Toshiba portátil en enero de 1989. Todo el mundo pasaba por mi escritorio para admirarla; por entonces, ya había aprendido lo suficiente para que mis archivos no fueran devorados por el agujero negro que se generaba como venganza de un golpe de tecla errado. Y así, describe Sarlo (pág. 17), “…los beneficios increíbles que brindaba el comienzo de esta nueva tecnología a partir de los 90, regida por fax, correos electrónicos, velocidad de escritura y de respuesta”. Dice Sarlo, “La expansión técnica vuelve soberbios a sus contemporáneos, cruelmente, juzgábamos ancianos a quienes se resistían a aprender a un ritmo comparable con el del nuevo medio. Con ellos éramos condescendientes, como malos profesores con sus alumnos retrasados y ejercíamos la prepotencia optimista de los tecnócratas, aunque muchos no teníamos ni rastros de saber técnico.” (Sarlo,2028, pág.21).

 En la actualidad y como parte de la investigación, citando al concepto de “competencia digital” , éste ha sido abordado por varios autores y organismos gubernamentales con denominaciones diferentes: “alfabetización digital”, “digital literacy”, “digital competence”, “alfabetización multimedia”, entre otros. Algunos autores definen competencias digitales como habilidades específicas o componentes de la competencia digital; entre ellos, Paul Gilster, quien se refiere a la habilidad para acceder, evaluar y gestionar la información en múltiples formatos y en una amplia variedad de fuentes a través de ordenadores, aplicándolas en su proceso de aprendizaje (Gilster, 1997). En el mismo sentido, el Parlamento Europeo establece que para el uso de las tecnologías de la sociedad de la información se deben desarrollar competencias básicas como “el uso de ordenadores para obtener, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información, y comunicarse y participar en redes de colaboración a través de Internet” (Comisión de las Comunidades Europeas, 2006, p. 11).

Adicionalmente, Martin considera que la alfabetización digital implica la capacidad de llevar a cabo acciones digitales exitosas en cualquier contexto de la vida cotidiana, definiéndola como: la conciencia, la actitud y la capacidad de las personas para utilizar adecuadamente las herramientas digitales, pasando por el proceso de identificar,  acceder, administrar, integrar, evaluar, analizar y sintetizar los recursos digitales, que permita construir nuevos conocimientos, expresarse a través de los recursos multimedia y comunicarse con los demás en cualquier contexto especifico de la vida (Martín, 2008, p. 27). Por lo anterior, se deduce que la competencia digital no se debe limitar solamente al desarrollo de habilidades técnicas para el uso de dispositivos digitales sino que debe alcanzar otros conocimientos relacionados con procedimientos técnicos, cognitivos y sociales que son necesarios para relacionarse en entornos digitales (Eshet, 2012) en un mundo globalizado y en el marco de las competencias del siglo XXI (Chiappe; Rodríguez, 2017).

Tal como lo presenta Martín, se requiere la elaboración mental donde subyace el proceso del pensamiento y del conocimiento estructurado en tres niveles de la alfabetización digital: conceptualizadas en el siglo XIX (en donde no existía ni se soñaba con las tecnologías que tenemos hoy en día). La quinta entrega de la serie “El Futuro del Trabajo en América Latina y el Caribe”, justamente, recoge cómo es regulación del teletrabajo en nuestros países y destaca que Colombia es el país más avanzado en este tema. La llegada del coronavirus marca un antes y un después, ya sea por la experiencia positiva o negativa que deja en cada familia o por sus ventajas basadas en horarios flexibles que le ha permitido a muchas personas trabajar en forma remota, con hijos, con familia, con adultos mayores o discapacitados a cargo.

Seguramente el teletrabajo dejará una enseñanza que los Estados deberán capitalizar en beneficio de los propios empleados. Según la OMS (2010), se puede conceptualizar pandemia como la propagación mundial de una nueva enfermedad y ésta explica que se produce una pandemia de gripe cuando surge un nuevo virus gripal que se propaga por el mundo y la mayoría de las personas no tienen inmunidad contra él. Por lo común, los virus que han causado pandemias con anterioridad han provenido de virus gripales que infectan a los animales.

En algunos aspectos la gripe pandémica se parece a la estacional, pero en otros puede ser muy diferente. Por ejemplo, ambas pueden afectar a todos los grupos de edad y en la mayoría de los casos causan una afección que cede espontáneamente y va seguida de una recuperación completa sin tratamiento. Sin embargo, por lo general la mortalidad relacionada con la gripe estacional afecta sobre todo a los ancianos mientras que otros casos graves aquejan a personas que padecen una serie de enfermedades y trastornos subyacentes. Por el contrario, los casos más graves o mortales de gripe pandémica se han observado en personas más jóvenes, tanto si estaban previamente sanas como si padecían enfermedades crónicas, y está gripe ha causado muchos más casos de neumonía vírica de lo que suele ocurrir con la gripe estacional.

Siguiendo con los conceptos de competencia digital de los trabajadores universitarios en teletrabajo por la pandemia, los autores contemporáneos concuerdan, en esencia, en que esta competencia se ha estudiado en la Universidad de La Sabana, Chía, Cundinamarca, Colombia. Algunos autores se centran en habilidades específicas o componentes de la competencia digital; entre ellos, Paul Gilster, quien se refiere a la habilidad para acceder, evaluar y gestionar la información en múltiples formatos y en una amplia variedad de fuentes a través de ordenadores, aplicándolas en su proceso de 22 aprendizaje (Gilster, 1997).

En el mismo sentido, el Parlamento Europeo establece que para el uso de las tecnologías de la sociedad de la información se deben desarrollar competencias básicas como “el uso de ordenadores para obtener, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información, y comunicarse y participar en redes de colaboración a través de Internet” (Comisión de las Comunidades Europeas 2006, p. 11).

Es importante mencionar que todas las dimensiones que integran la competencia digital se interrelacionan entre sí. Como lo afirma Larraz Rada (2013, p. 90), “la competencia digital está formada por alfabetizaciones que son las dimensiones de la competencia. Ninguna por si sola puede desarrollarse.” Esta afirmación también la comparte Ferrari (2013), destacando entonces que las competencias digitales se desarrollan a partir de aprendizajes y prácticas cotidianas en dispositivos tecnológicos y con capacitaciones acordes a los niveles de trabajo de los trabajadores universitarios.

  Fueron Barrios y Muñoz los primeros en utilizar el concepto de Teletrabajo en Chile en 1995, éstos lo definen como trabajo "a pesar de la distancia" (cfr. bib. p. 24), por la etimología del término - del griego tele= distancia.

Lo anterior explica que muchos caractericen al teletrabajo con la frase– cliché: “se lleva el trabajo al trabajador, en vez del trabajador al trabajo.” El trabajo lo ha de realizar en una localidad remota, usualmente en la casa del empleado durante un día o más a la semana“ (cfr.bib.) .

Lo cierto es que más que una moda, se trata de una nueva modalidad laboral impuesta, primero por el avance tecnológico de las tecnologías de la comunicación e información y segundo por la situación de emergencia sanitaria debido al Covid-19.

Una definición específica es la del Programa de las Naciones 23 Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2002), en el Informe sobre el Desarrollo Humano en Venezuela, citado por Daccach (s.f., p. 1): “…Las TIC se conciben como el universo de dos conjuntos, representados por las tradicionales Tecnologías de la Comunicación (TC) –constituidas principalmente por la radio, la televisión y la telefonía convencional– y por las Tecnologías de la Información (TI) caracterizadas por la digitalización de las tecnologías de registros de contenidos (informática, de las comunicaciones, telemática y de las interfaces). Dicha concepción es significativa, porque no sólo incluye a las modernas tecnologías, sino también a los medios de comunicación social convencionales; la radio, la televisión y el sistema telefónico.

De la misma manera, Thompson y Strickland, (2004) definen las tecnologías de información y comunicación,-TIC- como aquellos dispositivos, herramientas, equipos y componentes electrónicos, capaces de manipular información que soportan el desarrollo y crecimiento económico de cualquier organización.

 Para que los trabajadores universitarios puedan realizar teletrabajo se tiene que abordar estrategias de capacitación denominadas sincrónicas y asincrónicas, definidas según Paulette Delgado en Observatorio de Innovación educativa ( junio 2020), como que el aprendizaje en línea se divide en dos categorías: aprendizaje sincrónico y asincrónico.

El primero se refiere a aquella educación donde los alumnos tienen la oportunidad de aprender e interactuar en el momento (o “en vivo”) con su profesor y sus compañeros. Más en detalle, el sincrónico es un tipo de aprendizaje grupal ya que todos están aprendiendo al mismo tiempo. El aprendizaje asincrónico es aquél que puede suceder en vivo o estando desconectados a través de videos, material o recursos educativos previamente proporcionados por la profesora o profesor, es decir, la clase aprende lo mismo pero cada alumno a su ritmo. Técnicamente, el aprendizaje sincrónico también incluye conferencias, debates, clases en aulas físicas o actividades grupales. A diferencia del asincrónico, que es más autodirigido ya que el alumno decide a qué hora aprender.

 TeachThought explica que, históricamente, la mayor parte del aprendizaje en línea era asincrónico pero debido a la evolución de la tecnología y que se han desarrollado herramientas como el ancho de banda, la transmisión de video, redes sociales y más, se ha popularizado el uso del aprendizaje sincrónico.

Según Sandra Gómez, Ingrid Guarín y otros de la Universidad Militar de Colombia es de destacar la importancia que tiene la implementación de medidas de intervención frente a los estilos de vida y de trabajo saludables en el teletrabajo y el papel que ellas puedan tener a través del ámbito de salud laboral en el contexto de la salud pública. Se fundamenta en una investigación previa desarrollada por la Universidad Militar Nueva Granada sobre la caracterización de tele trabajadores de empresas públicas y privadas de la ciudad de Bogotá y en la cual se identificaron los peligros en los entornos de teletrabajo y en donde fue evidente la necesidad de desarrollar programas de estilos de vida y trabajo saludables en esta población como estrategia de intervención. Para lograrlo, se revisó la normatividad vigente tanto en el Ministerio de Trabajo como en el Ministerio de Salud a fin de contar con un marco de referencia en acciones de promoción y prevención. Para ampliar el soporte de evidencia se realizó una revisión bibliográfica en buscadores científicos sobre literatura nacional e internacional, seleccionando artículos académicos de los últimos diez años que incluyeran la implementación de programas de estilos de vida como herramienta para la prevención de enfermedades y accidentes de trabajo, descartando aquellos que incluyeran experiencias anecdóticas sin fundamento técnico o que no pudieran respaldar sus afirmaciones.

Se encontró que, la investigación realizada y las fuentes bibliográficas consultadas, coinciden en que se deben implementar programas de estilos de vida y de trabajo saludables a la población tele trabajadora, ya que en la mayoría de empresas contratantes no se tiene control o no se cuenta con las herramientas necesarias para lograr que sus tele trabajadores los lleven a la práctica.

Según Gideon Shimshon y David Dye en Observatorio de Innovación Educativa (mayo 2020) dicen “Para mitigar esta pérdida de ingresos, el cambio a la enseñanza en online parece ser una característica permanente”. Pero, como dijo Marshall McLuhan, "el medio es el mensaje"; simplemente replicar las prácticas de enseñanza y la oferta de títulos típicos de un campus universitario, pero en línea, es poco probable que se convierta en una estrategia ganadora más allá de la crisis y a largo plazo. Una de las grandes fortalezas de las universidades “es su perspectiva global y su capacidad para inventar e imaginar el futuro”.

 Posada (2004:1) comenta, "el concepto de competencia es bastante amplio, integra conocimientos, potencialidades, habilidades, destrezas, prácticas y acciones de diversa índole (personales, colectivas, afectivas, sociales, culturales) en los diferentes escenarios de aprendizaje y desempeño". En este sentido, hablar del desarrollo de la competencia necesariamente implica que el individuo establezca relaciones entre la práctica y la teoría, transfiera su desempeño a situaciones diversas y plantee y resuelva las situaciones problemas de manera inteligente y crítica (Tobón 2006:1).

Tobón es explícito al señalar el análisis de la formación por competencias en la educación, teniendo como punto de referencia la gestión de calidad: [...] las competencias son un enfoque para la educación y no un modelo pedagógico, pues no pretenden ser una representación ideal de todo el proceso educativo, determinando cómo debe ser el proceso instructivo, el proceso desarrollador, la concepción curricular, la concepción didáctica y el tipo de estrategias didácticas a implementar [...] las competencias son un enfoque porque sólo se focalizan en unos aspectos específicos de la docencia, del aprendizaje y de la evaluación .

Ejemplos de competencias laborales genéricas o transversales que son importantes en el ámbito laboral: aprendizaje continuo, trabajo en equipo, orientación a resultados, gestión, planificación, resolución de problemas, comunicación, adaptabilidad, proactividad, creatividad, inteligencia emocional.

 UNESCO define a las competencias básicas en TIC que incluyen el conocimiento básico del sistema informático; gestión básica del equipo; uso de procesador de textos; navegación en Internet; uso de correo electrónico; diseño y edición de imagen digital; conocimiento básico de hoja de cálculo y base de datos.

Retomando en Rubén Arriazu Muñoz [1][1] Universidad de Extremadura, la adquisición de competencias digitales se ha convertido en un elemento transversal e imprescindible para sobrevivir en las sociedades tecnologizadas del siglo XXI.

La alfabetización digital es un proceso que responde a factores intrínsecos y extrínsecos de la propia persona.

La infraestructura tecnológica de un contexto geográfico, el nivel de acceso a la tecnología o las propias motivaciones individuales conforman un escenario de aprendizaje sujeto a la interacción constante de estos elementos. Partiendo de estas consideraciones elementales, entendemos la alfabetización tecnológica como un tipo de aprendizaje no solamente centrado en la capacitación técnica de la tecnología sino también ideológica, es decir, el aprendizaje de las competencias digitales no es un proceso neutro sino que está condicionado por el enfoque ideológico que subyace a cada tipo de formación digital.

En base a este planteamiento, en el presente trabajo se trata de reflexionar sobre las situaciones de exclusión social provocadas por la brecha digital prestando especial atención a los efectos, paradojas y contradicciones que tiene una Sociedad del Conocimiento cada vez más selectiva en el uso y manejo de la tecnología.

La hipótesis de este trabajo expresa que el uso y aplicación de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en el ámbito de teletrabajo en una universidad representa un desafío para los trabajadores universitarios de menos de 60 años y mayores a esta edad en época de pandemia de Covid-19 en vinculación con las apropiación y prácticas de competencias digitales y la adquisición de capacitaciones específicas en trabajo virtual.

El objetivo general del trabajo apunta a Identificar las competencias digitales y capacitaciones específicas en TIC en el trabajador universitario menor de 60 años y de más de 60 en vinculación con la Pandemia de Covid-19 y los desafíos de teletrabajo que representan el uso y aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el ámbito de una universidad.

Los objetivos específicos consisten en describir en el trabajador universitario menor de 60 años o mayor de 60 en escenario de Pandemia por Covid-19, la necesidad de incorporar competencias digitales vinculadas al uso y aplicación de las TIC para el teletrabajo en la universidad seleccionada.

Asimismo, establecer semejanzas o diferencias en ambos grupos etarios de trabajadores universitarios en cuanto a necesidades de incorporación de competencias digitales en TIC relacionado al tele trabajo, entre otros.

El tipo de diseño de esta investigación, según el grado de conocimientos sobre el objeto es exploratorio y descriptivo. Según el tipo de trabajo a realizar, es bibliográfico y de campo. Según la posición del investigador, es observacional. Según el movimiento del objeto, es transversal. Según la temporalidad de los datos es prospectivo. Según el enfoque metodológico es cualitativo, holista, basado en la realidad de los trabajadores universitarios, es válido porque tiene datos reales no generalizable. Según los datos disponibles las fuentes seleccionadas son primarias y secundarias. Los datos son relevados por encuesta virtual y por observación semi presencial si la situación de la pandemia lo amerita y el análisis de datos será realizado con la escala Likert y sintetizado en un programa Excell.

La investigación que se presenta forma parte de un acercamiento al objeto de estudio y que consiste en identificar cuáles son los trabajadores universitarios que necesitan capacitación en competencias digitales y que tipo de capacitación es pertinente a los desafíos que presentan en el teletrabajo en época de pandemia por Covid -19 los menores de 60 años y los mayores de 60 años si es que hay alguna vinculación entre edades de los trabajadores y necesidad de capacitaciones en conocimiento digital y aplicación de las Tecnologías de la información y de la comunicación en una universidad , durante un período comprendido.

Como es un estudio de corte cualitativo, se obtiene la información de base en las áreas correspondientes en la universidad y de los trabajadores universitarios.

Luego se analiza el criterio de inclusión y exclusión de la población seleccionada. Las fuentes e instrumentos según Ander-Egg ( 2003, pág. 72-73), “…durante muchos años las fuentes tradicionales a las que accedíamos estaban en la biblioteca, en los años 70 se agrega la tele-documentación en algunos países del mundo desarrollado, a finales de Siglo XX, las bases de datos se podían conseguir en CD, así como también las enciclopedias digitales grabadas en CD o Disket…”

El Siglo XXI llega con Internet, Banda ancha en grandes superficies del planeta con costos importantes. En cuanto a la disponibilidad de fuentes de información, las bibliotecas siguen generando un espacio acogedor donde el lector puede buscar información pero la realidad del siglo por un lado y de la pandemia por otro lado con la digitalización de libros, sitios, páginas con artículos y papers actualizados al día y al minuto nos enfrenta a la realidad del teletrabajo en la universidad y el mundo entero y muy a pesar de la Pandemia por Covid-19.

En realidad, las fuentes primarias son confiables y ofrecen la garantía del investigador, de las instituciones responsables, editoriales, etc.

En esta investigación también se utilizarán fuentes primarias recolectando datos a través de encuestas virtuales estructuradas, observación directa y análisis de los datos observados, recolección de datos a través de planillas solicitadas al personal de Recursos humanos de la universidad seleccionada. Cabe la posibilidad de que la encuesta se realice en forma presencial si se habilita la apertura presencial o semipresencial de la universidad en 2021.

Las fuentes secundarias serán tomadas de autores de libros, de tesis de doctorados y de artículos científicos de revistas indexadas escritos con anterioridad a la pandemia y también escritos actuales, siempre relacionados a los objetivos de la investigación.

Se trabajarán variables directas e indirectas y el plan de análisis culminará con el plan de análisis de los datos recolectados. Un cronograma indicará los tiempos a seguir en el proyecto.

 

*Doctoranda en Ciencias de la Salud

*Diplomada en Neurociencias

*Especialista en Educación Superior y Nuevas tecnologías y en Políticas y Programas Socioeducativos

*Profesora en Geografía y Ciencias Biológicas

*otras especializaciones

 

 Bibliografia

 Alvarez Gómez, Miguel, González Romero y otros. Aprendizaje en línea. Puerto Vallarta Lugar Centro Universitario de la Costa Universidad de Guadalajara. Editorial/Editor 2005. Herramientas para aprender Colección TIC CLACSO.

Ander-Egg, Ezequiel. Métodos y Técnicas de Investigación Social III. Cómo organizar el trabajo de investigación. Editorial Lumen Humanitas, 2000. Buenos Aires. Ander-Egg, Ezequiel. Métodos y Técnicas DE Investigación Social IV. Técnicas para la recogida de datos e información. Editorial Lumen Humanitas, 2003. Buenos Aires.

Area, M: Begoña,G; Marzal. Alfabetizaciones y tecnologías de la información y la comunicación. Madrid: Síntesis, 2008.

 Arriazu Muñoz, Rubén. La incidencia de la brecha digital y la exclusión social tecnológica: El impacto de las competencias digitales en los colectivos vulnerables Universidad de Extremadura rarriazu@unex.es

 CEA Ecuador 1994. Cantor C. Desarrollo de la competencia digital en la Universidad de La Sabana. 2016. Tesis (Maestría en Informática Educativa) – Universidad de La Sabana, Chia, Colombia .

Gisbert Cervera, M.; González Martínez, J.; Esteve Mon, F. M. Competencia digital y competencia digital docente: una panorámica sobre el estado de la cuestión. Gómez, Sandra, Guarín Ingrid, Uribe, Sandra Liliana, Vergel, Laura. Prevención de los peligros y promoción de entornos saludables en el teletrabajo desde la perspectiva de la salud pública. Universidad Militar - Colombia

Instituto de Tecnologías Educativas. Habilidades y competencias del siglo XXI para los aprendices del milenio en los países de la OCDE. Paris, 2010. http://recursostic.educacion.es/blogs/europa/media/blogs/europa/informes/Habilidade s_y_competencias_siglo21_OCDE.pdf

 Katz, Ignacio Fabio. La Tercera Edad. Un proyecto vital y participativo para reinsertar la vejez en nuestra sociedad. Editorial Planeta, 1992.

Laforest, 1991 Lozano Cardoso, Arturo (2009). El movimiento, el tiempo y la vejez. Crisis de existencia. Universidades, (41), 33-37. [Fecha de Consulta 3 de Noviembre de 2020]. ISSN: 0041-8935. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/4981/498150319034.pdf

 Larraz Rada, V. La competència digital a la Universitat. 2013. Tesis [Doctoral en Educación] – Universidad de Andorra, Espanha, 2013. https://www.tdx.cat/handle/10803/113431

 https://www.google.com/search?q=Larraz+Rada%2C+V.+La+compet%C3%A8ncia