Nuevas habilidades a nuevas demandas del Siglo XXI
Por Prof. Esp. Marina Isabel Pagani*
El Informe sobre el Desarrollo Mundial actual
indica que “las máquinas vienen a adueñarse de nuestros empleos” y ha sido una
preocupación durante cientos de años, por lo menos desde la industrialización
de la tejeduría a principios del siglo XVIII, que aumentó la productividad y
también el temor de que miles de trabajadores quedaran en la calle que de hecho
ha sucedido.
La innovación y el progreso tecnológico han causado disrupción, pero han generado más prosperidad que la que han destruido. Hoy, sin embargo, a 23 años del comienzo del Siglo XXI estamos atravesando una nueva ola de incertidumbre, dado que el ritmo de la innovación se sigue acelerando y la tecnología afecta todos los aspectos de nuestra vida.
Sabemos
que los robots están realizando miles de tareas rutinarias y eliminarán muchos
empleos que requieren bajos niveles de cualificación en las economías avanzadas
y en los países en desarrollo. Al mismo tiempo, la tecnología está creando
oportunidades, preparando el camino para empleos nuevos y modificados,
aumentando la productividad y mejorando la prestación de servicios públicos.
Cuando analizamos la magnitud del desafío
de prepararnos para el futuro del trabajo, es importante entender que muchos
niños que actualmente asisten a la escuela primaria, una vez que lleguen a la
edad adulta, trabajarán en empleos que hoy ni siquiera existen. Por ello, en el
presente informe se pone de relieve la primacía del capital humano para
enfrentar un desafío que, por su propia definición, no acepta soluciones
simples y prescriptivas.
Muchos empleos actuales, y muchos más en
el futuro cercano, requerirán habilidades específicas, que entrañan una combinación de conocimientos tecnológicos,
capacidad para resolver problemas y pensamiento crítico, así como también
habilidades blandas, como la perseverancia,
la colaboración, el respeto, la responsabilidad y la empatía.
La época en que se permanecía en un
empleo, o en una empresa, durante muchas décadas está desapareciendo. En la
economía del trabajo esporádico (gig economy), los trabajadores probablemente
realizarán muchas actividades diferentes en el curso de sus carreras, por lo
cual deberán seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida.
El
ritmo de la innovación se seguirá acelerando, pero los países en desarrollo
tendrán que adoptar medidas rápidamente para asegurarse de que podrán competir
en la economía del futuro. Deberán
invertir en su población con un
feroz sentido de urgencia, en particular en salud y educación, que son las
bases del capital humano, para aprovechar los beneficios de la tecnología y atenuar sus disrupciones más graves.
En este momento, sin embargo, un gran número
de países no están realizando esas inversiones esenciales. El Proyecto de
Capital Humano del Banco Mundial tiene por objeto solucionar esta situación. En
este estudio se presenta nuestro nuevo Índice de Capital Prólogo Humano, que mide las consecuencias de descuidar las
inversiones en capital humano en términos de la pérdida de productividad de la
próxima generación de trabajadores.
El
análisis indica que, en los países en los que hoy se registra el menor
nivel de inversiones en capital humano, la fuerza laboral del futuro será entre
un tercio y la mitad de productiva de lo que podría ser si las personas gozaran
de plena salud y recibieran una educación de alta calidad.
La adaptación a la naturaleza cambiante
del trabajo también exige reformular el contrato social. Debemos encontrar
nuevas maneras de invertir en las personas y de protegerlas, sea cual fuere su
situación laboral.
Sin
embargo, cuatro de cada cinco personas que viven en los países en desarrollo
nunca han sabido lo que significa vivir con protección social. Dado que hay
2000 millones de personas que trabajan en el sector informal —sin la protección
de un empleo asalariado estable, un programa de asistencia social ni los
beneficios de la educación—, las nuevas modalidades de trabajo contribuyen a
agravar un dilema que precede las innovaciones más recientes.
En el presente informe se insta a los
Gobiernos a cuidar mejor a sus ciudadanos y se hace un llamado a establecer un
nivel mínimo universal y garantizado de protección social.
Esto se puede lograr con las reformas
adecuadas, entre ellas poner fin a los subsidios improductivos y transformarlos
en fuerza laboral concreta, mejorar las regulaciones del mercado laboral, y, a
nivel mundial, reformular las políticas tributarias.
La inversión en capital humano no atañe únicamente a los ministros de
Salud y Educación; también debe ser prioritaria para los jefes de Estado .El
Proyecto de Capital Humano pondrá las evidencias directamente frente a los ojos
de los encargados de la toma de decisiones, y el índice hará difícil
ignorarlas.
La protección social se puede fortalecer ampliando la cobertura global
que prioriza a las personas más necesitadas de la sociedad. La
inclusión de trabajadores de la salud comunitarios en la nómina de empleados
públicos es un paso en la dirección correcta
Es un desafío que nos planteamos y tiene como objetivos trazar líneas
básicas de capacitar a los niños, adolescentes, adultos y adultos mayores en políticas económicas, sociales y
tecnológicas que impacten directamente
en la población trabajadora o que se encuentre en búsqueda del mismo con el
propósito de mejoramiento de la calidad de vida.
Los encuestados recientes en Europa consideran que la tecnología está mejorando
la economía, la sociedad y la calidad de vida de Europa pero que desplaza a
aquellos con menos posibilidades. De la misma forma observamos que sucede en
nuestra región, en Argentina y en Entre Ríos.
Los vecinos que no tienen acceso a las diferentes formas
de tecnologías quedan relegados no solamente en el aspecto laboral sino a las actividades sociales más simples que se
desarrollan a partir de las redes sociales, entre otras.
Referencias
Filmer, Deon, Halsey Rogers, Noam Angrist, and
Shwetlena Sabarwal. 2018. “Learning-Adjusted Years of Schooling (LAYS):
Defining a New Macro Measure of Education.” Policy Research Working Paper 8591,
World Bank, Washington, DC. IMF (International Monetary Fund). 2017. “Tackling
Inequality.” Fiscal Monitor, World Economic and Financial Surveys, IMF,
Washington, DC, October
Datos
obtenidos del Equipo a cargo del Informe sobre el desarrollo mundial 2019, con
datos de la encuesta Special Eurobarometer 460, “Attitudes towards the Impact
of Digitization and Automation on Daily Life” (Actitudes acerca del impacto de
la digitalización y la automatización en la vida diaria).
*Doctoranda en Ciencias de la Salud y
Diplomada en Neurociencias
Concepción del Uruguay, 17 de abril de
2023.-