Sacamos valor de donde muchas veces no lo tenemos para poder llevar adelante nuestra vida en sociedad y asumir compromisos con la transformación.
Construir un proyecto o defender una idea no resulta sencillo, todos sabemos que carecemos de la perfección pero intentamos traer soluciones a un mundo complejo para que el conjunto pueda vivir una vida digna y gozar del derecho de vivir en paz.
Por eso remarco la necesidad de que aquellos que en la comodidad de no hacer, de no proponer y de no comprometerse se transforman en verdaderos terroristas de la esperanza, criticando todo, aun lo que desconocen, es como si su violencia interior los llevara dinamitar de manera permanente sin lógica cada intento de aquellos que quieren sembrar una semilla de esperanza para que se transforme en el árbol de la oportunidad.
Que nuestra evolución como seres que comparten el aqui y ahora nos hagan personas responsables con la palabra y la acción.
La Nueva sociedad la debemos construir con el aporte de todos.